Es un volcán ubicado en la zona precordillerana de La Frontera en la región de La Araucanía. De forma cónica relativamente regular y simétrica, clasificado como estratovolcán, el Llaima tiene una altitud de 3.215 m. El nombre proviene del idioma mapuche, aunque existe cierta discrepancia sobre su significado. El Llaima es considerado como uno de los de mayor actividad del país y de América del Sur, con 23 eventos mayores de volcanismo durante el siglo XX, el último importante en 1994.
El volcán Llaima está ubicado entre las comunas de Melipeuco y Vilcún, Provincia de Cautín, IX Región de La Araucanía, en las coordenadas 38°41′45″S, 71°43′54″O, siendo uno más de los cerros que conforman el borde occidental de la Cordillera Principal de los Andes. El volcán está situado dentro del Parque Nacional Conguillío, administrado por CONAF. La cumbre del volcán está a unos 76 kilómetros al noreste de la ciudad de Temuco, capital regional. A sus pies se encuentran ciudades y localidades turísticas como Curacautín, Cherquenco y Melipeuco. El acceso al volcán se puede realizar a través de tres rutas principales, desde la Ruta Panamericana hacia Curacautín al noroeste del volcán, por Victoria o Lautaro; desde la Ruta Panamericana por Cajón hacia Cherquenco al oeste del Llaima, y desde Temuco hacia Melipeuco, para acceder al sector sur del volcán. Las rutas de Curacautín y Melipeuco corresponden a las rutas internacionales que conectan a la región con Argentina por los pasos Pino Hachado e Icalma, respectivamente.
El volcán Llaima es una de las montañas más importantes y voluminosas del sector sur de la Cordillera de los Andes, comprendida entre las latitudes 37º y 46º Sur. La altitud de la montaña se alza hasta los 3.125 msnm, con una prominencia de 1.819 m sobre las cumbres cercanas. La altura del cono volcánico es de aproximadamente unos 2.400 m desde su base, localizada aproximadamente a los 740 msnm.
El volcán tiene dos cimas, siendo la del sector norte más prominente y quedando separada por un portezuelo de aproximadamente 1 km de longitud del Pichillaima, la cumbre sur que alcanza los 2.920 msnm. El cráter del volcán se encuentra en la cumbre mayor, con una amplitud de 350 m de diámetro en el que está constantemente presente una fumarola como signo de actividad del volcán. En la cumbre sur existen restos de un cono de escorias anidado en uno mayor, los cuales están abiertos hacia el sureste desde donde salen fumarolas débiles.
Diversos glaciares cubren los flancos occidental, sudoccidental y oriental. El más extenso es el occidental y sudoccidental, que alcanza una superficie de 19 km². En el flanco oriental, entanto, 4 lenguas glaciales cubren un área de 10 km². Una gruesa capa de material piroclástico ha cubierto al hielo, especialmente hacia el sector oriental, lo que ha detenido en parte la ablación de los glaciares. En la temporada invernal (en el Hemisferio Sur, entre julio y septiembre), la nieve cubre la superficie volcánica desde al menos la cota de los 1.000 msnm.
El Llaima es un volcán catalogado como estratovolcán, constituido por una estructura basal con forma de volcán de escudo, el cual está rodeado por unos 40 conos de escoria adventicios, los que se orientan en dirección noreste según una alineación curva de aproximadamente 29 km de longitud que recoirre desde el suroeste hasta la ladera noreste del volcán. Los derrames de lava producidos por el Llaima han sido emitidos dentro de un radio de 30 kilómetros desde la cima, el cual conforma una superficie irregular de unos 700 km² y un volumen de 400 km³. La base del volcán es elíptica, cuyo eje mayor en sentido norte-sur es de 30 km y el menor es de 25 km de este a oeste.
Se estima que la actividad volcánica del Llaima alcanzó su desarrollo más importante durante el Pleistoceno Superior y parte de Holoceno, depositando sus productos emitidos sobre granitoides terciarios y los complejos volcánicos de Hirrampe-Melo y Sierra Nevada, de carácter pleistoceno. Aunque no se ha podido determinar el inicio de la actividad volcánica, los rastos más antiguos de ésta muestran efectos erosivos de la última glaciación. Esto implicaría que los productos primigenios debiesen haber sido emitidos luego de la penúltima glaciación, datándolos con una edad máxima de unos 250.000 años (Pleistoceno Medio o Tardío).
Gracias a análisis morfoestructurales, geoquímicos, estratigráficos y litológicos del volcán, han sido reconocidas tres unidades evolutivas de éste: una unidad antigua, otra fisural y el cono principal (o edificio), a las que se suman las capas de depósitos piroclásticos acumulados durante varios años. Sobre las lavas post-glaciales tempranas de la unidad antigua, se encuentran extensos depósitos piroclásticos de tipo andesítico-basáltico, que dan inicio a la unidad fisural, y que contienen restos de madera carbonizada con una antigüedad de 13.200 años. Debido a su gran volumen, se cree que este depósito se formó en una caldera producida por un colapso del edificio principal.
Las rocas del Llaima están formadas principalmente por lavas y piroclastos basálticos a andesítico-basálticos, con contenidos de sílice que varían entre un 50% y un 58% de SiO2. Sin embargo, existen depósitos de pómez con una composición dacítica (65% de SiO2) y que están asociados a una erupción pliniana. Las rocas son de tipo poríficas, compuestas por fenocristales de plagioclasa, olivino y clinopiroxeno, siendo características geoquímicas muy similares a las de volcanes cercanos como el Antuco, el Villarrica y el Osorno.
Desde el año 2003, se tiene registro histórico de 50 episodios eruptivos de diversa magnitud. En los tres primeros siglos después de la conquista de Chile por parte del Imperio español, el volcán permaneció en lo profundo del territorio mapuche independiente, por lo que las crónicas occidentales sólo recogieron noticias de las erupcciones más catastróficas. Estos grandes eventos, en los que el Llaima hizo erupción simultánea con otros volcanes de la zona, también son recordados en la tradición oral del pueblo mapuche, como desastres que obligaron a emprender grandes migraciones.
Son cuatro las grandes erupciones conjuntas conocidas durante el período descrito:
1640: erupción conjunta con el Villarrica, Quetrupillán, Lanín y Mocho-Choshuenco.
1750: se repite la erupción simultanea de 1640.
1765: nueva erupción conjunta de los 5 volcanes.
1790: el Llaima hizo erupción conjunta con el Villarrica, Puyehue y Osorno.
A partir de las primera campañas de la Ocupación de la Araucanía, realizadas a fines del siglo XIX, el seguimiento de la actividad volcánica del Llaima es más detallado. En 1864 se registró una erupción de tipo vesubiano, seguida por la erupción de 1876 descrita anteriormente y que modificó por completo la morfología del cono. Una nueva erupción se produce el 24 de junio de 1887, la cual obliga al traslado del Fuerte Llaima en unos 4 km, tras el consejo de los mapuches del lugar.
En el siglo XX, nuevas erupciones ocurren el 1 de mayo de 1903 y en febrero de 1908. En el caso de esta última, una avalancha mató a una mujer que iba camino a Lonquimay. Las erupciones se repitieron en 1917, 1922, 1927, 1930 y 1937, cuando una nueva avalancha mató a dos personas en la localidad de Santa María de Llaima. En 1941 se registra un nuevo evento de actividad volcánica, siendo seguido por una importante erupción en marzo de 1945 que causó una avalancha en el sector de Cólico.
En enero de 1956, una erupción que duró más de 12 horas dejó un muerto e importantes daños materiales en las localidades más cercanas.[3] Torrentes de lava avanzaron por varios kilómetros durante la erupción registrada el 18 y 19 de febrero de 1957, dejando centenares de hectáreas de terreno inutilizadas.[3] Eventos de menor importancia fueron detectados en 1960, 1964, 1974, mayo de 1994 y entre el 9 y 11 de abril de 2003. Entre mayo y junio de 2007, el aumento de la actividad volcánica obligó a las autoridades de la ONEMI a decretar una "alerta amarilla" en la zona.
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